sábado, 19 de abril de 2014

~Capítulo 5 || Louis y tú ♡ || 72 días junto a él

Cogí uno de mis bikinis del armario bajo la atenta mirada de Jess y Harry -que ya se habían cambiado- y entré al baño para cambiarme. http://www.polyvore.com/cgi/set?id=119445537&.locale=es
—Dios, que bipolar soy — dije tras cerrar la puerta del baño — Primero le defiendo y luego me enfado con él. No me entiendo ni yo.
Dejé de hablar sola porque daba miedo y comencé a quitarme la ropa y me puse mi bikini. Salí del baño y vi a Louis con el móvil.
—¿Ya estás? — me preguntó. Mirándome de arriba a abajo varias veces.
—Yo sí. ¿Has terminado de comerme con la mirada? — pregunté.
—En realidad no. Pero vámonos — de nuevo apareció su cínica sonrisa y rodé los ojos.
Caminé hasta la puerta con él a un escaso metro mío. Noté una mirada en mi trasero. Cómo no. Me paré en seco, haciendo que chocáramos, y quedando su pecho pegado a mi espalda.
—Louis, cariño, ¿¡te importaría dejar de mirarme el culo!?
—¡Lo siento! Es que es tan...
—¡Arg! Te odio Louis Tomlinson — dije enfadada -para variar- y salí de la cabaña camino a la piscina.

*Narra Louis
Vi como _____ se dirigía a la piscina y se encontraba con Harry y Jess en el camino. Empezaron a hablar hasta llegar a la puerta, y una vez todos estuvieron dentro, empecé a caminar hacia allí. No quería que me vieran. Tenía un plan. Caminé hasta la entrada desesperado. Mi idea era tan buena que estaba nervioso. No podía salir mal, porque entonces me ganaría una gran bronca de parte de todos. No digo que si lo hago bien me libraría de los sermones, pero por lo menos podría ver a _____ muy furiosa. Abrí la cancela que daba al patio donde se situaba la piscina, pasé sigilosamente y la cerré de nuevo. Los chicos ya habían ocupado unas hamacas al fondo, cerca de la piscina honda. Sin embargo _____ y Jess estaban de pie al borde de la piscina, observando temerosas el agua. Harry me vio y me miró confundido. Le hice señas para que guardara silencio, y él avisó a los demás chicos. Estaba a tan solo unos metros de las chicas, así que suspiré y me moví rápido. Corrí hacia ellas, le desabroché la parte superior del bikini a _____ y la empujé a la piscina. Después empecé a correr con el bikini en la mano. 
—¡LOUIS WILLIAM TOMLINSON LEWIS! — gritó la chica sumergida en el agua. Todos los presentes estaban con la boca abierta, mientras que Jessica intentaba ayudar a su amiga dándole una especie de pareo para taparla. — MÁS VALE QUE TE ESCONDAS BIEN PORQUE VAS A MORIR MALDITO SUBNORMAL. ¡TE ODIO!

Sin embargo, una vez fuera de la piscina y con el pareo puesto, no corrió tras su enemigo, es decir, yo. En vez de eso se dirigió tranquila a su cabaña. Pues vaya. Pensé que sería más divertido. 

*Narra _____
Cuando salí del agua con ayuda de Jess, me aseguré de que estaba bien tapada con el pareo que me había prestado y me despedí de los chicos.
—No dejes que arruine tu mañana. Déjalo. Es muy gilipollas cuando se lo propone —confesó Niall. 
—Da igual. De todas maneras tengo frío. Y además tengo que ir a buscar otro bikini, no me puedo quedar así —reí falsamente. Ellos me regalaron una sonrisa comprensiva.
Me dirigí a mi cabaña. Como me cruce con el retraso en persona juro que no saldrá con vida. Estoy muy cabreada. No puedo creer que haya sido capaz de algo como eso. Sabía que era un imbécil, pero no sabía que podía llegar a ser tan odioso. Es de lo peor. Temía que uno de los amigos de Jess fuera así. Y cuando conocí a los demás pensé que estaba equivocada, que era tonta por pensar algo así. Obviamente al conocer a Louis vi que en realidad tenía razón. Pero en fin, no me queda otra que soportarlo los 71 días y medio que me quedan pasar junto a él. 

Llegué a la cabaña aún más cabreada de lo que estaba, y nada más entrar en ella me metí en la ducha caliente. Tenía frío, el agua de la piscina estaba congelada. Por suerte el calor se fue haciendo dueño de mi cuerpo lentamente, hasta que me aburrí de estar allí encerrada y me sequé para a continuación vestirme con algo cómodo. http://www.polyvore.com/nlt/set?id=119555202. Me senté al borde de mi cama y empecé a ver las notificaciones que tenía cuatro mensajes de dos conversaciones. Abrí la primera, que era de Jake. Decía: "_____, creo que lo nuestro no va a funcionar. No te voy a ver en todo el verano, y la verdad es que conocí a alguien hace unas semanas... Lo siento. Te sigo queriendo, pero ya no es como antes." "Lo siento mucho _____, por favor dime algo". La vista se me nubló por culpa de las lágrimas. No era verdad. Esto tenía que ser una broma. Pero no, él realmente se había cansado de mí. En ese momento recibí otro mensaje de él: "Sé que lo has leído. Te veo en línea." "¿No me vas a decir nada?" Lloré con más fuerza. Sentí como mi pecho se oprimía y mi respiración se volvía acelerada. "Me estas enfadando. Tanto, que te voy a decir la verdad. No quería, quería que no sufrieras mucho. Pero ya veo que estás llorando y por eso no me contestas. Por lo que, aquí va la verdadera razón por la cual te dejo: No te amo. Nunca te he amado. Hice una apuesta en el instituto para ver cuánto tardaba en hacerme con tu virginidad. Ahora que lo logré quiero arreglar las cosas con mi ex-novia. Lo siento. Bueno, realmente no." 

Al leer esto último mi corazón se rompió en pedazos. Solté un grito que me desgarró la garganta. Dolía. Había confiado en él. Le entregué toda mi privacidad. Y él se aprovechó de mí. Las lágrimas no cesaban, me dolía la cabeza y todo me daba vueltas. Pero me obligué a mí misma a mirar la otra conversación, ya que era de mi madre. "No haré preguntas sobre tu nuevo amigo. Tan solo espero que tengas cuidado y que te lo pases bien" "Llámame mañana. Besos." Vaya, pensé que se lo tomaría mucho peor. Después de esos dos también había otro de ella. "Me ha llamado tu padre. Preguntaba por ti. Quizás deberías llamarle".

¿Acaso podía ser peor? Ese señor al que sólo vi una vez, con solo unas horas de nacida. Ese que me arruinó la infancia. Había necesitado mucho la compañía de un padre. Alguien con quien poder hablar, confiar y reír. Sólo había tenido a mi madre, y ella trabajaba mucho. Lo echaba mucho de menos, y cada noche me preguntaba qué sería de él. Eso era cuando tenía unos nueve años. Ahora sé por qué se fue. Por qué abandonó a mi madre. No fue por trabajo, fue porque no quería cuidar de mí. No me quería, le daba asco tener una hija. Y no contactó conmigo en ningún momento. ¿Por qué me quiere ahora? No lo entendía. Pero acabo de haber sido humillada por la persona a la que le entregué mi corazón. No iba a confiar. No podía confiar. En nada ni nadie. Porque nunca podría saber cuándo estaban jugando con mis sentimientos. Cuándo un "te quiero" era verdadero, o sólo ficción. No lo llamaré. O mejor, lo llamaré. Pero le haré sufrir. Le haré pagar todo lo que lloré y sigo llorando ahora, con mi corazón destrozado y lágrimas por todo mi rostro. No me dejaría manipular. Nunca más. Mi teléfono vibró, indicándome que tenía una llamada entrante. 
Número desconocido. 

—¿_____? —dijo una voz al otro lado del teléfono. No podía hablar. Todos los pensamientos en contra de él se desvanecieron al oír su voz. Tenía la cara empapada y me dolía el pecho. Sentía cómo me faltaba el aire. —_____ sé que eres tú. Christine me ha dado tu número de teléfono. 
—¿Quién eres? —pregunté intentando que mi voz sonara firme. —No sé quien eres. No he escuchado tu voz en mi puta vida. 
Obviamente él se dio cuenta de que estaba llorando. 
—_____ yo... Lo siento. Quiero arreglar las cosas. Hablar contigo y con tu madre. ¿Dónde estás? 
—Déjame en paz maldito cabrón. Nunca apareciste en mi vida. No lo hagas ahora que empezaba a superarlo. 
—Dame una oportunidad, por favor. 
Seguí llorando, sin responderle.
—No llores mi amor. 
—No me llames así. No te conozco. No te recuerdo, no sé nada de ti. Te tengo asco. Rencor, odio, asco y miedo. Aléjate de mí o juro que llamaré a la policía. 
Colgué la llamada, tiré el móvil al otro lado de la cabaña y lloré con todas mis fuerzas. Noté cómo el dolor se apoderaba de mí. Respiraba jadeando, lloraba, y de vez en cuando gritaba contra la almohada. Pero nada calmaba el dolor que tenía dentro. Cómo una persona se había marchado de mi vida dejando un vacío, y ahora volvía como si nada hubiera pasado, y cómo alguien me había humillado y pisoteado hasta acabar llorando, en mi cama, sin tener en cuenta que no estaba sola en este campamento. No me importaba nada. Sólo quería dejar de sentir. Quitarme el dolor. Morir. 

*Narra Louis
Después de observar cómo _____ se metía en la cabaña hecha una furia volví a la piscina con los chicos. Ellos también estaban molestos, no querían que me metiera tanto con la chica. Nos bañamos y estuvimos jugando pero yo tenía un mal presentimiento. Fui en dirección a la cabaña para disculparme con _____. Sé que no me iba a escuchar, pero por lo menos así los chicos no estarán tan molestos conmigo. Toqué la puerta pero nadie me respondió. Intenté abrirla y lo conseguí sin ningún esfuerzo, pues al parecer no estaba cerrada con llave. 
—Oye _____... Lo sien...—me paré al terminar de abrir la puerta. Estaba acostada en su cama, llorando y con un objeto afilado en su mano: las llaves de la cabaña.
Me acerqué a ella lo más rápido que pude. Estaba bocabajo, con la cabeza metida entre el colchón y la almohada. Lloraba sin parar. Me senté en un hueco de la cama y le cogí del brazo, en un intento fallido de levantarla. 
—¿Qué pasó? —le pregunté susurrando. Me hacía polvo verla así. No me caía bien, pero verla tan indefensa, me dolía. —Por favor, dime algo _____.
Ella solo lloró más y se soltó de mi agarre. Suspiré. ¿Qué podía hacer ahora? No quería avisar a los demás. Seguro que con su carácter y su orgullo no quería que los demás la vieran así. Aunque bien pensado, la persona menos indicada para estar aquí soy yo. Pero no la puedo dejar sola. No ahora. Le quité las llaves de la palma de su mano, por si se le pasaba en mente hacer cualquier locura. 
—_____ escúchame por favor — le supliqué. 
—¡QUE ME DEJES EN PAZ SUBNORMAL! — gritó entre llantos. 
—¡_____! ESCÚCHAME. MÍRAME —grité yo también. Ella me obedeció de mala gana. —Estoy aquí. Ya pasó. Por favor deja de llorar. No hace falta que me digas qué pasó. Sólo olvídalo. Por favor —le acaricié la mejilla, esperando una respuesta positiva de su parte. 

*Narra _____
No confíes. No lo hagas. Es mentira. Luego se reirá de ti. No lo hagas. Cerré los ojos con fuerza intentando ahogar un llanto. Respiré hondo. Te humillará. Abrí los ojos repentinamente y le cogí la mano que se posaba en mi mejilla. La lancé detrás suyo, y me levanté de la cama. Salí de la cabaña dando un portazo. ¿Qué estás haciendo? Necesitas ayuda. Tenía razón. Él sólo intentaba ayudar. Pero es un mentiroso. Después se reirá de ti. También es verdad. 
—¡DIOS ME ESTOY VOLVIENDO LOCA! — grité. 
Me dirigí hacia el pequeño bosque en busca de algo afilado. Todo acabaría aquí. Se acabaron las humillaciones, las confusiones, las voces. Todo. Este sería mi fin. 
_______________________________________________________
Wolaaas. Al habla Lucía ;) *aplausos* *reverencia* ¡Sí! Ya sé que es la primera vez que pongo yo la notita del final. Me hacía ilu :3

¿Qué pensáis de este capi? Sabemos que es un poco-bastante dramático. Drama, drama everywhere.  ¿Qué creéis que hará Tommo? ¿Y _____? :O

YA SALIÓ YOU AND I WIIIIIIII. Es tan perfecto*-* No batimos el récord de Vevo, pero lo intentamos con todas nuestras fuerzas y estamos orgullosas. ¿Qué opináis vosotras? :D

Votad en las encuestas que están muy muertas D: También haz click en "Minion" y da RT. Haz click en "Árbol" e irás a nuestro maravilloso y sensual Twitter. Y haz click en "Bolígrafo" para ir a nuestra novela de Niall. 


Pd: ¡Ya tenemos Fandom! Se llama Marluder :D Y la autora del nombre ha sido... *redoble de tambores*... ¡NOELIA FAJARDO! Muchas gracias cielo xx





miércoles, 16 de abril de 2014

~Capítulo 4 || Louis y tú ♡ || 72 días junto a él



—Vale. Hay cuatro camas. Sois cinco. Sobra uno. Adiós Louis — dije con una sonrisa falsa empujándole fuera de la cabaña.

—Espera, espera — dijo Harry.

—No podéis echarme — dijo Louis.

—¿Por qué no? — pregunté.

—¿Quién vigilará a Harry para que no haga cosas indebidas con Jess? — preguntó Louis.

—Yo. Adiós — le volví a empujar.

—_____, no seas así. Deja que se quede — le defendió Jess.

—¿Pero por qué él? ¿No puede venir Niall, o Zayn o Liam? — pregunté mirando a Louis.

—¿Tan poco me quieres? — preguntó él haciendo puchero.

—Mira, ya lo has pillado. Te ha costado un poco darte cuenta, ¿no?

—¿Por qué no quieres que se quede? — preguntó Harry.

—¡PORQUE ES INSOPORTABLE! — grité frustrada. Cogí mi móvil y salí de la cabaña empujando a Louis.

Fui hasta el porche que daba acceso al comedor y me senté allí con la espalda pegada a la pared. Solté un suspiro y llamé a mi madre, como le había prometido.

*Narra Louis

—¡PORQUE ES INSOPORTABLE! — gritó _____. Salió de la cabaña dándome un empujón.

—¿Pero qué le has hecho? — preguntó Harry tras el gran portazo que había dado la chica.

—Le dijo que su Willy era gigante y que le haría gritar su nombre por las noches — dijo Jess. Sonreí al recordar eso — Y no ha dejado de mirarle las piernas y las tetas.

—Es que si las tiene son para mirar porque están... — me intenté defender.

—¡LOUIS! — gritaron ambos a la vez.

—¿¡QUÉ!? — grité de vuelta.

—¿No lo entiendes? No puedes hablarle así a una chica. Y menos si la acabas de conocer — dijo Harry.

—Ve a disculparte Louis — me ordenó Jess. Solté una risita y me dispuse a deshacer mi maleta — Va en serio Louis. Vete y pídele perdón.

—¿Perdón por qué? ¿Por ser tan sexy? — pregunté haciendo una pose "sexy".

—Dios... _____ tiene razón: estás insoportable — dijo Harry.

—Está bien. Le pediré perdón — bufé.

Salí de la cabaña y comencé a buscarla. Unos minutos después la encontré en el porche del comedor hablando por teléfono.

—Sí, mamá. Estoy bien — resopló.

Así que es su madre... No debería hacerlo, pero si no lo hago no soy yo:

—Ah... _____ — gemí falsamente y ella se giró a mirarme con los ojos como platos — Llámala después y sigue con esto... Ah...

—¡LOUIS! ¿¡ERES IMBÉCIL O ES QUE NO HAS EVOLUCIONADO DEL TODO!? — gritó enfadada. Dios, qué guapa está cuando se enfada. Se levantó y comenzó a caminar — ¡Estúpido intento fallido de aborto de mono!

—Pero no te enfades, guapa — dije caminando detrás de ella.

—¡Que me dejes! — gritó — No mamá. Es que hay un... — me miró de arriba a abajo — ... experimento de la naturaleza con pésimos resultados.

—Oh, vaya. No me quieras tanto — le respondí.

—Encantada — sonrió falsamente y siguió caminando.

—Espera un momento _____ — la agarré del brazo e hice que se diera la vuelta y me mirara — Hablemos.

—Deja que lo piense... No.

—¿Por qué?

—Primero porque no quiero. Y segundo porque estoy ocupada — señaló su móvil. Lo cogí y le hablé a su madre:

—Sí, hola señora — saludé. _____ intentaba quitarme el teléfono, pero la esquivaba — Soy Louis Tomlinson, un amigo de su hija.

—¡No eres mi amigo! — gritó.

—Como digas — dije quitándole importancia. Volví a hablarle a su madre — _____ le llamará dentro de unos minutos. Hasta luego.

Colgué el teléfono y se lo di a _____ de nuevo.

—¿¡TE FALTAN NEURONAS O QUÉ!? — volvió a gritar — Espera, ¿sabes lo que es una neurona?

—Ja-ja — reí irónicamente — Muy graciosa.

—Lo sé. Suelen decírmelo.

—¿Podemos hablar?

—¿Willy va a estar implicado?

—Pues no estaba en el plan, pero si tu quieres que venga pues...

—No. Cállate. Habla.

—O me callo o hablo. No puedo hacer las dos cosas a la vez — sonreí burlonamente.

—Eres imposible — rodó los ojos.

—En realidad me quieres.

—En un mundo paralelo, tal vez.

—¿Siempre tienes respuesta para todo?

—Antes no habías preguntado. Más que una respuesta era una aclaración, o un comentario. Llámalo como quieras.

—¿Puedo hablar ya?

—Ya lo haces. Para mi desgracia.

Resoplé.

—Lo siento, ¿vale? Empezamos con mal pie. Fui un imbécil. ¿Empezamos de nuevo?

—¿Eso implica que dejes de ser tan idiota?

—Eso implica que intentaré no serlo — le mostré mi mayor sonrisa.

—Está bien — bufó.

—Genial — sonreí.

—Pero — me advirtió — Si vuelves a ser tan idiota, olvídate de mí, para siempre. ¿Entendido?

—Entendido — sonreí.

—Más te vale.

—Hola. Soy Louis William Tomlinson Lewis. Tengo veintidós años y soy de Doncaster, Reino Unido. Encantado — alcé mi mano para que la estrechara. Me miró raro y soltó una carcajada - música para mis oídos -, pero alzó la suya y la estrechó con la mía.

—_____ Julliet Jones. Diecisiete años y vivo en Londres, Reino Unido, pero nací en Cambridge. Encantada.

—¿Me dejarás dormir en tu cabaña, Julliet? — pregunté.

—Si me llamas Julliet no — me fulminó con la mirada.

—Oh, venga. ¿Por qué? Es tu segundo nombre y es muy bonito.

—A mí no me gusta. Llámame _____ o duermes en la piscina.

—De acuerdo — comenzamos a caminar hacia la cabaña — ¿Puedo hacerte una pregunta?

—Qué remedio.

—¿Por qué no me dijiste tu segundo apellido?

—Jones es el apellido de mi madre.

—¿Te llamas _____ Julliet Jones Jones? — pregunté confuso. Ella rió.

—No, idiota. No conozco a mi padre. Abandonó a mi madre cuando le dijo que estaba embarazada de mí, así que adopté el apellido de mi madre. Digamos que no tengo segundo apellido — se encogió de hombros.

—Oh, vaya. Lo siento.

—Tranquilo — sonrió.

—Por cierto, debes llamar a tu madre.

—Bah, paso. Es una pesada. Me preguntó ochenta veces que si todo iba bien.

—Es decir, que al final te fui útil.

—Para variar.

Llegamos a la cabaña y ella abrió la puerta.

—Nos abandonaron — dije yo.

—Malditos.

—Seguro que quieren que hagamos cositas — dije yo acercándome a ella. Me puso su mano en el pecho, apartándome y me miró.

—¿Recuerdas eso de "Si vuelves a ser tan idiota, olvídate de mí, para siempre"?

—Está bien — rodé los ojos y me tiré en una de las camas.

—¡Eh! ¡Fuera de mi cama! — gritó _____ cuando me miró.

—¿Tu cama? Dirás MI cama.

—¡Imbécil! — gritó, pero esta vez con cierto tono de burla en su voz.

Se tiró sobre mí - literalmente -, con sus rodillas a los lados de mi cadera y comenzó a darme golpes en el pecho. En realidad, para mí eran como suaves caricias, pero hacía como si me estuviese muriendo. Ella comenzó a reír y yo me uní a ella.

Minutos después, ya cansada, paró y se quedó sentada sobre mí, a ahorcadas, mientras yo seguía tumbado.

Subí mis manos a su cintura y la acaricié suavemente.

—Louis — me llamó. La miré esperando que continuara — ¿Te gustaría tener hijos en un futuro?

—¿Me estás ofreciendo sexo? — elevé una ceja.

—Responde — me ordenó ignorando mi pregunta.

—Pues... En un futuro... sí... ¿Por?

—Porque si quieres que eso se cumpla... — comenzó a agacharse seductoramente acercando su cara a la mía — ¡DEBERÍAS QUITAR TUS MANOS DE MI CINTURA! — gritó. Las quité rápidamente y me miró mal.

—¿Qué? No es mi culpa. Fuiste tú la que te sentaste encima mío e hiciste que Willy se pusiera contento — me defendí.

—Así que Willy está contento eh... — comenzó a acariciar mi pecho con las yemas de sus dedos.

—Sí... y si sigues haciendo cosas como estas, se pondrá más contento aún...

—Pues adiós — se levantó rápidamente de mí y salió de la cabaña. Dejándome sólo, confuso y con Willy encendido.

*Narra _____

¿Por qué hice eso? Por alguna extraña y desconocida razón, me gustó que Willy estuviese contento por mí.

Dejé mis pensamientos a un lado y comencé a buscar a los demás chicos y a Jess. Fui hasta la cabaña de Niall, Zayn y Liam y me los encontré en ese pequeño porche.

—Hola — saludé tímida. Me habían caído bien, pero aún no había demasiada confianza.

—Hola — me saludaron todos con una sonrisa.

—¿Qué tal con tu "mejor amigo"? — preguntó Jess haciendo comillas en el aire.

—¿Louis? — pregunté. Ella asintió — No es tan imbécil como parece. Es solo que a veces su mente no trabaja demasiado bien, y bueno... Le hace ser gilipollas.

—¿Ahora sois amigos? — preguntó Liam.

—Llámalo como quieras. Al menos ahora no quiero que se ahogue "accidentalmente" en la piscina — hice comillas.

—¿Le ibas a ahogar? — preguntó Niall abriendo mucho los ojos.

—Oh no, por Dios. ¿Cómo piensas eso? — me hice la ofendida. Él suspiró aliviado — Sólo digo que si por alguna casualidad se estuviese ahogando, no lloraría.

Todos negaron con la cabeza y sonrieron divertidos.

—Por cierto, ¿dónde está? — preguntó Zayn. Todos me miraron acusatoriamente.

—Ey, que yo no le he ahogado — levanté mis manos quitándome la culpa — Yo lo dejé en la cabaña.

—¿Vamos a la piscina? — propuso Jess.

—¡Sí! — gritó Harry como un niño de cinco años.

—Bueno, nos vemos allí en... ¿quince minutos? — dijo Niall.

—Vale.

Jess, Harry y yo salimos de la cabaña y nos dirigimos a la nuestra para cambiarnos.

—¿Louis, estás aquí? — preguntó Harry.

—En el... baño... ah... — dijo... ¿entre gemidos?

—¿Louis, estás bien? — preguntó Jess.

—Ah... sí...

—¿Problemas con Willy? — me burlé.

—¡Sí! ¡Por tu... ah... culpa!

No pude más y estallé en carcajadas mientras Jess y Harry me miraban pidiendo explicaciones, pero yo apenas podía hablar por la risa.

—¿Me queréis decir qué está pasando? — preguntó Jessica extrañada.
—No —contestó Louis saliendo del baño. Al ver su cara, y notar que estaba molesto por interrumpir su "momento", intenté dejar de reírme, sin embargo lo que hice fue aumentar mi risa. —¿Te parece muy gracioso?
—Bueno... Lo hice sin querer. No pretendí que Willy se encendiera.
—EXPLICACIONES — pidieron Harry y Jess suplicantes.
—Es que después de disculparse, vinimos a la cabaña a buscaros. Pero no estabais así que él se tumbó en MI cama. Me tiré encima suyo para alejarlo, pero él lo que hizo fue cogerme de la cintura —hice una pequeña pausa, la cual Louis aprovechó para mostrar de nuevo su cínica sonrisa. —El caso es que estaba harta de que fuera tan idiota y decidí darle una lección. Me acerqué a él, y cuando Willy empezó a despertar, le grité y me alejé.

Harry y Jess imitaron mi anterior gesto y comenzaron a reír fuertemente. Iba a unirme a ellos, pero entonces miré la triste mirada de Louis y no lo hice.

—Ey chicos, ya está. Dejad de reíros — les pedí, defendiendo a Louis. Él me miró y me sonrió agradeciendo mi gesto.

Pero Harry y Jess seguían riendo. Agarré la mano de Louis y le saqué al pequeño porche.

—¿Estás bien? — le pregunté segundos después de sentarnos en los escalones.

—Supongo...

—Oye Louis... Puede que no me caigas bien, pero no quería hacerte daño... Lo siento... — suspiré — No debería haberme sentado encima tuyo, ni haberte provocado... Lo siento mucho, Louis. En serio.

—Tranquila. Yo tampoco lo hice demasiado bien así que... ¿en paz?

—En paz — sonreí — Pero sigues sin caerme bien. Que lo sepas.

—Podré vivir con eso — sonrió.

—Por cierto, los chicos, Jess y yo decidimos ir a la piscina... ¿vienes?

—¿Perder la oportunidad de verte en bikini? No, gracias

—Eres imbécil, en serio — rodé los ojos y me levanté cabreada.

—No te enfades, _____ — dijo Louis agarrando mi brazo.

—Déjame en paz — me solté de su agarre y entré en la cabaña.

_____________________________________________

¡Hola! ¿Qué tal? 

Bueeeeeeeeeeno, al final si fueron Hazza y Lou los que se quedaron con las chicas. ¿Qué creéis que pasará ahora? Dejadnos lo que pensáis en los comentarios, y decidnos si os gusta la novela o no.

Votad en las encuestas, anda. Si no cuesta nada. No hay ni un mísero voto D:  (De parte de Lucía: "Encuesta-Cuesta" *hace una cosa rara con los dedos, como lo que hacía Rafael en el anuncio de la Lotería de Navidad. Por cierto, pésimo anuncio*)

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ABEJAS.

Despedida emotiva de Lucía: adiós. ¡NO! ¡NO PONGAS ESO! Pon: muy buenas noches, en mi país es por la noche *hace otra vez lo de Rafael en el anuncio* a todas y a todos *hace por tercera vez lo de los dedos de Rafael*. Mi nombre es Lucí... ¡NO, NO, NO! Bueno, *risas* Espera, que te lo escribo en Skype y tú lo copias y lo pegas *risas*. *Escribe en Skype* ¡Buenas noches a todas! Esperamos que os haya gustado el capítulo y que comentéis mucho. Ya sabéis, los comentarios alimentan a un blog. Y yo siempre tengo hambre. Y... eso no tiene sentido pero da igual. Besos a tod@s. Pandas. Pd: No hagáis caso a lo de la mano de Rafael. Marta tiene alucinaciones. Pero shh, no se lo digan, que se traumatiza ;)

Despedida emotiva de Marta: muuuuuuuuuchas gracias por estar ahí y seguir leyéndonos. Nos leemos pronto. Sentimos esta despedida tan... extraña, pero es el sueño, que nos afecta... Besos xx



CORREGIMOS: hay un voto en cada encuesta :')

martes, 15 de abril de 2014

~Capítulo 3 || Louis y tú ♡ || 72 días junto a él



—Hola — me saluda Jake.

—Pasa — digo haciendo un espacio con la puerta para que pueda entrar.

Pasamos al salón y nos sentamos en uno de los sillones, ambos mirando nuestras manos.

—Lo siento — comenzó él a hablar — Yo sólo... No lo sé. Sabes que nunca haríamos nada si tú no quieres, pero... Me dijiste que estabas sola y mi mente empezó a pensar cosas y pensé que querías... Bueno, ya sabes...

Levanté mi mirada y la fijé en sus ojos azules.

—Yo... He estado pensando estos días, y puede que tengas razón. Es decir, quizás ya va siendo hora... No lo sé, Jake...

—No quiero que te sientas presionada, _____. Sólo avísame cuando estés preparada, porque yo voy a estar encantado, y lo sabes.

—¿Y cómo te aviso? ¿Te digo "Estoy lista para perder mi virginidad contigo"? — pregunto. Él suelta una carcajada y yo una pequeña sonrisa.

—¿Qué te parece si ponemos una palabra clave? Cuando estés lista me dices "fotosíntesis" y yo sabré a lo que te refieres.

Ahora fui yo la que reí.

—¿Fotosíntesis?

—¿Se te ocurre algo mejor?

—Sí — respondí. Él alzó una ceja a la espera de mi "súper idea" — Metamorfosis.

Ambos empezamos a reír.

—Eres un caso. Que lo sepas — dijo él entre risas.

—Y tú eres un tonto.

—¿Perdona? — dijo acercándose más a mí.

—Que eres un tonto — repetí. Le enseñé la lengua.

—Ahora verás — dijo.

Se abalanzó sobre mí y comenzó a hacerme cosquillas. Yo no dejaba de reír. Las coquillas eran mi punto débil.

Estuvo así como diez minutos. Yo lloraba de la risa y me dolía la barriga.

—Para Jake — reí — Ya está.

Él dejó de hacerme cosquillas, pero se quedó encima mío, mirándome a los ojos. Puse mis manos en su cuello y lo atraje hasta mí, uniendo nuestros labios en un tierno beso.

—Mañana me voy — dije cuando nos separamos por falta de aire — Todo el verano. Me voy a un campamento con Jess y algunos amigos suyos.

—¿Todo el verano? — preguntó aún encima mío. Asentí.

—¿Qué te parece si aprovechamos este último día y aprendemos la fotosíntesis de las plantas? ¿Quizás mejor la metamorfosis de las mariposas? — dije seductoramente.

—¿Segura?

Asentí.

Supongo que ya sabéis lo que pasó después, no hace falta explicarlo, pero os haré un resumen: perdí mi virginidad con Jake en el sillón del salón de mi casa. No fue el mejor sitio para hacerlo, pero fue muy bonito. En todo momento Jake me preguntaba si todo iba bien. Y por si os lo estáis preguntando: sí, usamos protección.

Una bonita despedida donde lágrimas por mi parte se unieron a ella.

*Al día siguiente*

—Despierta _____. Jess pasará pronto a buscarte — me despertó mi madre.

Asentí más dormida que despierta y mi madre salió de mi cuarto no muy convencida tras darme un beso en la frente.

Cinco minutos después, me duché, me sequé, me vestí y me peiné quedando así: http://www.polyvore.com/cgi/set?id=119025386&.locale=es

Fui hasta la cocina y me encontré a Jess y a mi madre desayunando.

—Gracias por esperarme — dije entrando.

—Buenos días y eso — dijo Jess.

Sonreí y le di un beso en la mejilla a cada una. Me senté en la mesa y comencé a desayunar.

—Y... ¿Cómo vamos a llegar al campamento? — pregunté.

—Volando — dijo Jess indiferente. Le fulminé con la mirada.

—Jessica me dijo que a los chicos les queda de camino nuestra casa, así que os pasarán a recoger y os llevarán — explicó mi madre. Asentí.

—Estoy nerviosa — confesé.

Estuvimos hablando hasta que terminamos de desayunar, y luego Jess y yo fuimos a mi habitación -donde le conté lo de Jake de el día anterior- hasta que le llamaron y me dijo que sus amigos ya estaban aquí.
—¿Y si les caigo mal?
—No les vas a caer mal, boba. Son todos muy simpáticos, ya verás.
—¿Cómo se llaman?
—Ya te lo dirán ellos, vamos, nos están esperando.
Bajamos hacia el salón y me despedí de mi madre, prometiéndole que la llamaría cuando llegara al campamento.
Salimos al exterior dejando ver a un gran coche negro y un chico apoyado sobre él. Tenía los ojos de un color verde estanque, unos rizos se colocaban divertidos sobre su rostro y varios tatuajes adornaban sus brazos. Le dedicó su mayor sonrisa a mi amiga, y ella fue corriendo a abrazarle.
—¡Harold! — exclamó ella entre sus brazos.
—Hola princesa. ¿Cómo estás?
—Genial. Te presento a _____. _____, este es Harry, Hazza, Harold, o Idiota número uno —rió cuando Harry le dio un suave empujón.
—Encantada Harry —le di dos besos. Después cogió las maletas y las colocó en el maletero, dejando ver una cabellera rubia y otra morena. Obviamente los demás chicos estaban dentro del coche, así que Jessica no tardó en abrir la puerta.
—¡Chicos! Maleducados que sois todos... Salid ya a saludar. No pienso agacharme tanto para daros un abrazo —les gritó enfurecida. Los aludidos dejaron escapar una carcajada antes de salir del vehículo.

El primero en salir fue un chico rubio, de ojos azules. Envolvió en un abrazo a Jessica y le dio un beso en la mejilla.
—¿Qué tal estás Jess? ¡Cuánto tiempo!
—¡Sí! Ya te echaba de menos duende — le contestó ella. El rubio notó mi presencia y miró a mi mejor amiga esperando a que me presentara. Pero esta no lo hizo, tan solo me miró y yo rodé los ojos. Siempre he sido callada, al contrario que mi amiga. Por lo que eso ha sido una indirecta indicándome que yo tengo boca con la que poder presentarme. Es mala, pero la amo.
—Hola, me llamo _____ —sonreí tímidamente.
—Yo Niall. Es un placer — respondió a mi sonrisa. Al igual que Harry, él también posó sus labios en mi mejilla dejando dos húmedos besos.
Brithany me guiñó el ojo, orgullosa de mí. "Eres tonta" vocalicé con mis labios. Ella como respuesta me lanzó un beso.

Mientras saludaba a Niall, Jess saludaba a otros dos chicos, que aún no conocía.

—Hola, soy Zayn — me saludó un chico bastante alto, moreno con una graciosa mecha rubia en su flequillo. Tenía unos hermosos ojos color miel, y al igual que Harry, también tenía tatuajes en el brazo.

—Soy _____. Encantada — me presenté con una tímida sonrisa. Se acercó a mí y me dio dos besos en las mejillas como habían hecho sus amigos.

Se me acercó otro chico. Este tenía el pelo castaño claro y unos ojos parecidos a los de Zayn. Él sólo tenía un par de tatuajes.

—Hola _____. Soy Liam. Liam Payne — dijo una amable sonrisa. La correspondí.

—Encantada Liam. Como ya sabes, yo soy _____ — nos dimos dos besos.

—Louis Tomlinson. Sal ahora mismo del coche a saludar a tu amiga y a conocer a una persona — dijo Jess. Supuse que ese tal Louis aún no había bajado. Por pereza quizá.

—No tengo ganas — dijo una voz masculina desde dentro del vehículo.

—Louis, no seas maleducado. Sal a saludar a Jess y a conocer a _____ — habló Niall.

—Está bien — gruñó Louis aún dentro del coche.

Louis tenía el pelo castaño oscuro y preciosos ojos azules. Él también tenía tatuajes.

Abrazó a Jess y luego me miró.

—Hola — dijo borde.

—Hola — saludé de la misma forma.

—Louis...— le regañó Liam. Louis bufó y puso una gran sonrisa falsa.

—Hola _____. Soy Louis Tomlinson. Encantado de conocerte.

—Igualmente — dije.

Supuse que Louis era el típico chulo malcriado y niñito de papá y mamá, pero los demás me cayeron muy bien.

Subimos los siete al coche y emprendimos nuestro viaje hacia el campamento.

Unos diez minutos después, me llegó un mensaje de Jake: "Pásalo bien, princesa. Te quiero♡". Sonreí como una boba y me integré en la conversación.

Noté una mirada en mis piernas y pude comprobar que era Louis. Cerdo.

Él rápidamente apartó la mirada.



De camino a nuestro destino, los chicos se pusieron a cantar con Jess. La verdad es que cantaban muy bien. Pero el único que no cantaba era Louis. Aguafiestas. Yo simplemente reía con ellos y me unía a algún que otro trozo.

El viaje fue bastante largo, pero Jess, Niall, Harry, Liam y Zayn lo hacían más divertido. No nombré a Louis porque lo único que hacía era mirar mis piernas mientras yo le miraba con asco.

—Dios, esto es gigante — dije nada más bajar del coche.

Tenía canchas de baloncesto y tenis, una piscina bastante grande y otra para niños pequeños, una zona con algunas cabañas, un bosque algo apartado y un edificio, donde supuse que estaba la recepción y el comedor.




—No es lo único gigante por aquí — dijo Louis a mi espalda. Me giré para mirarlo.

—¿De qué hablas?

—De Willy — respondió.

—¿Quién mierda es Willy? — pregunté confusa. Él sonrió cínicamente y se acercó a mí hasta pegar sus labios a mi oído:

—El que te hará gritar mi nombre por las noches — susurró. Abrí la boca en una enorme 'o' mientras él se alejaba con la misma sonrisa de antes. Elevé mi mano y le di una bofetada.

—Estás enfermo — dije frunciendo el ceño — Busca ayuda. La necesitas.

Él sólo sonreía orgulloso. Me di la vuelta y fui de nuevo hasta el coche a por mis maletas.

—¿Qué ha pasado con Louis? — preguntó Jess mientras bajaba mi maleta.

—Querrás decir "Louis Estúpido Tomlinson" — bufé. Ella rió — Pues que según él, su "Willy" — hice comillas en el aire — es gigante y me va a hacer gritar su nombre por las noches.

Seguidamente se oyó una gran carcajada de mi amiga.

—¿En serio? — rió.

—Sí — rodé los ojos — ¿No podías buscarte amigos más... normales?

Ella se encogió de hombros y, ya con nuestras maletas, nos reunimos de nuevo con los chicos.

—Bien, ¿dónde dormiremos? — preguntó Niall.

—Mi tío me ha dado las llaves de dos cabañas — dijo Zayn. Así que él era el sobrino del dueño... — La quince y la dieciséis. Nosotros en una y vosotras dos en la otra — nos señaló a Jess y a mí.

—Qué pena. Yo quería estar con _____ — dijo Louis. Me miró y me guiño un ojo mientras sonreía. Yo bufé.

—Y yo con Jess — dijo Harry. Mi amiga se sonrojó.

—Dejad de pensar cosas sucias, anda. Que estáis más salidos que la esquina de una mesa — dijo Liam. Los demás reímos levemente.

—En fin. Chicas, ¿quince o dieciséis? — nos preguntó Zayn.

Jess y yo nos miramos.

—Dieciséis — dijimos a la vez. Chocamos los puños, como el típico saludo de macho.

—Sois un caso — dijo Niall negando con la cabeza y riendo ligeramente.

—Sabemos que nos amas — dije yo tirándole un beso.

—_____, no hagas eso, que me pongo celoso — dijo Louis.

—En ese caso, deberías ponerte celoso de mi novio. Con él hago más cosas que lanzarle besos. No sé si me entiendes — le guiñé un ojo. Él alzó una ceja.

Cogí las llaves de la mano de Zayn - asegurándome de que era la de la cabaña dieciséis -, cogí mis maletas y comenzamos a caminar hasta la zona de cabañas, buscando la nuestra.

Tras unos minutos, la encontramos. Por fuera era bastante grande y bonita: era de un color verde con un tejado marrón claro. Había un par de escalones que daban a un pequeñísimo porche - con dos sillas y una mesa de plástico blancas - y justo enfrente de los escalones, la puerta, también verde.





Abrí la puerta y Jess pasó detrás mía.

Había una litera y dos camas normales. Dos pequeños armarios y una puerta, que daba a un baño, sólo con lo necesario.

—Pues está bien — dijo Jess — Me pido esta cama — señaló una de las camas que estaba bajo la ventana. Asentí.

—Yo esta — señalé otra de las camas.

Estuvimos un rato deshaciendo las maletas y organizándolo un poco. Cuando acabé, me tiré de espaldas en mi cama, y segundos después, Jess lo hizo en la suya.

—Jess — la llamé. Ella me miró — Dime que la cabaña de los chicos tiene más de cuatro camas.

Ella abrió los ojos como platos. En ese momento tocaron la puerta. Me levanté y la abrí:

—Espero que haya sitio para nosotros. Sólo hay cuatro camas y... Nos han echado.

No. Dime que no. Me niego. No van a dormir aquí.

____________________________________


¡Hola gente guapa! ¿Qué tal? He aquí el capítulo 3. ¿Os gusta? ¿Quiénes creéis que se quedarán con Rayita y Jess?

Bueno, como podéis ver, le hemos puesto nombre a la novela. ¿Qué os parece?

¡3 DÍAS PARA EL VIDEOCLIP DE YOU&I! Asdfghjklñ *-* Moriremos.

Bueno, si quieres leer la novela de Niall, haz click en ELEFANTE y si quieres acceder a nuestro súper secreto, hermoso y sensual Twitter, haz click en ORNITORRINCO. 



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Gracias por estar con nosotras y por leer nuestras novelas. Ojalá nos acompañéis durante mucho tiempo y esperamos recibir muchos RT's y leer muchos comentarios.

¡Ah! No olvidéis votar en las encuestas!

Muchas gracias.

Besos xx.

-L&M.

~Capítulo 2 || Louis y tú ♡ || 72 días junto a él



—Feliz verano chicos. Nos vemos el año que viene— dijo mi profesor mientras yo miraba mis notas - que por cierto, no estaban nada mal-, justo dos segundos antes de que sonara la campana.

Todos se levantaron corriendo y salieron casi volando. No miento si digo que parecía High School Musical, pero sin bailes ni canciones.

Salí del edificio detrás de todos esos adolescentes hormonados y eufóricos por el verano.

—Bueno, por fin terminó esta tortura — dijo Alex, que estaba junto a Jake y Jess esperándome. Empezamos a caminar hacia la salida para ir a nuestras casas.

—Sí, ya era hora — dijo Jess.

Estuvimos hablando unos minutos más, hasta que Jess y yo teníamos que ir por un camino distinto al de ellos.

—¿Vamos _____? — me preguntó Jessica.

—Sí. Adiós chicos — me despedí. Me acerqué a Jake y le di un beso. Me guiñó un ojo y me di la vuelta para ir con mi amiga.

Caminábamos en silencio, para nada incómodo; cada una sumergida en sus pensamientos. Entonces sonó mi móvil. Lo saqué de mi bolsillo y en la pantalla apareció que era mi madre la que llamaba.

—¿Hola? — respondí.

—Hola cielo, ¿todo bien? — preguntó mi madre al otro lado del teléfono.

—Sí. Las clases aburridas, pero bueno. ¿Querías algo?

—Sí. Te llamaba para decirte que no iré a comer a casa; tengo que terminar una cosa en la oficina. Llegaré sobre las cinco. Si quieres puedes decirle a Jess que vaya a casa. Pedís unas pizzas y coméis juntas.

—Vale. Gracias mamá.

—Por cierto, ¿qué tal las notas? — preguntó interesada.

—Todo notables y sobresalientes — respondí orgullosa. En realidad, no tenía ningún sentido. Es decir, en clase no atiendo; es más, casi siempre me echan. Y en mi casa estudiaba lo que viene siendo poco.

—Muy bien cariño. Nos vemos a la tarde.

—Hasta luego mamá.

Colgué y volví a meter el móvil en el bolsillo.

—Mi madre dice que se quedará en el trabajo hasta tarde. Así que si quieres puedes venir a mi casa y... — comencé a explicarle, pero me interrumpió.

—¡PIZZA! — gritó. Yo solté una risita y asentí. Sí, amamos la pizza. Porque las pizzas molan. Porque las pizzas tienen mucho swag. Porque las pizzas... — ¿_____?

—Perdona, estaba halagando las pizzas en mi mente. ¿Decías?

—Sólo tú halabas pizzas... Llamaré a mi madre para pedirle permiso. Aunque ambas sabemos la respuesta.

Jess llamó a su madre, mientras yo le daba pataditas a una piedra que me encontré por el camino.

—¿Y bien? — pregunté cuando vi que colgaba.

—Próximo destino: pizza en mi estómago.

Reí y seguimos caminando hasta llegar a mi casa. Subimos por las escaleras -pues era el segundo piso, y no somos tan vagas-, abrí la puerta y dejé pasar a Jessica. Como quien está en su casa, tiró su mochila al suelo, se quitó los tenis y se tiró en el sofá del salón. Reí y cerré la puerta.

Cogí el teléfono fijo y marqué el número de la pizzería.

—¿Barbacoa? — le pregunté a Jess.

—Obviamente.

Hice el pedido: dos pizzas barbacoa, mientras Jess pasaba canales y canales sin detenerse en ninguno.

—Hasta luego, gracias — colgué el teléfono y miré a mi amiga, que seguía entretenida pasando canales — Dicen que tardará media hora. ¿Qué quieres hacer?

—No lo sé.

Estuvimos un rato decidiendo qué podíamos hacer, pero no había nada que nos agradara a las dos.

—Pues entonces contaremos chistes hasta que vengan las pizzas — propuse.

—Está bien, empieza.

—Había un... — comencé a contar un chiste, pero el timbre de la puerta me interrumpió.

¿En serio? ¿Llevamos media hora pensando qué hacer y las pizzas llegan justo cuando lo decidimos? El karma está en mi contra.

Me levanté y volvieron a tocar.

—Ya va, ya va — dije como si pudiese oírme. Estaba claro que no me oía, pues él aún estaba en la calle y nos separaban dos pisos de altura.

*Una hora después*

—Vale, ya está, ya está — dijo mi amiga intentando calmarse.

Después de comer las pizzas nos habíamos puesta a hacer tonterías -para variar- y nos había dado un ataque de risa.

—¿De qué nos reíamos? — pregunté limpiando alguna lágrima que se me había escapado. Ella se encogió de hombros dándome a entender que no lo sabía — Voy al baño. Vuelvo enseguida.

Fui al baño, hice mis necesidades y me lavé las manos. Cuando volví al salón, Jessica ya tenía sus tenis puestos y la mochila en su espalda.

—¿Ya te vas? — pregunté triste.

—Sí, lo siento. Mi madre me ha llamado y me ha dicho que Bryan está malo y lo va a llevar al médico, así que tengo que cuidar a Alison — dijo refiriéndose a sus hermanos pequeños.

—Bueno, vale. ¿Nos vemos mañana?

—Claro. Así convencemos a tu madre para lo del campamento — dijo. Mierda, lo había olvidado — Adiós.

Besó mi mejilla y se fue.

Me senté de nuevo en el sofá. ¿Y ahora qué hago? Esto es aburrido. Y deprimente.

Estuve pensando unos minutos hasta que decidí llamar a Jake y decirle que si quería venir.

—¿Hola? — contestó.

—Hola feo.

—Oh, hola _____. ¿Qué pasa?

— ¿Quieres venir a mi casa?

—Pff...— resopló — No me apetece mucho. Estoy cansado.

—Es que estoy sola en casa y me aburro — dije. Mierda... ahora pensará otra cosa.

—Está bien. Voy para allá.

—Adiós, te quiero — me despedí.

—Igual — colgué. Me senté en el sofá de nuevo y esperé a que viniera Jake.

Esperé unos veinte minutos y le abrí a Jake la puerta de la calle, y un minuto después la de mi casa.

—Hola bonita — dijo rozando mis labios, aún en la puerta. Sonreí y le besé.

Cerró la puerta con el pie mientras ponía sus manos en mi cintura. Di un pequeño salto y rodeé su cadera con mis piernas y su cuello con mis brazos. Me llevó hasta la pared de al lado de la puerta y pegó mi espalda a ella, mientras nos seguíamos besando. Sabía a dónde iba a llegar esto, y no sabía muy bien si esto era lo que quería.

Bajó sus labios a mi cuello y sus manos a mi trasero.

—Jake... — susurré, mientras él seguía en mi cuello.

—¿Qué?

—No... no puedo...

—¿Qué? ¿Por qué? — se separó de mí, me bajó al suelo y me miró fijamente.

—No estoy preparada para esto Jake... — dije mirando mis calcetines. Él se dio la vuelta y se pasó la mano por el pelo, frustrado.

—¿¡ENTONCES PARA QUÉ MIERDA ME LLAMAS DICIÉNDOME QUE ESTÁS SOLA EN CASA!? — gritó enfadado.

—¡PORQUE ME ABURRÍA JAKE! ¡LAS PAREJAS NO ESTÁN SÓLO PARA ESO! TAMBIÉN HABLAN, ¿SABES?

—¡CLARO QUE LO SÉ! ¡ES LO ÚNICO QUE HACEMOS! ¿CÓMO QUIERES QUE NO LO SEPA?

—Para follar están las putas, Jake — dije bajando el tono de voz — Vete de mi casa — dije abriendo la puerta mientras una lágrima amenazaba con salir.

—_____...

—Vete — le interrumpí.

Me miró por última vez y salió de mi casa. Cerré la puerta con un portazo y volví al sofá.

No sabía cómo sentirme, así que tan sólo encendí la televisión y vi una película hasta quedarme dormida.

*Al día siguiente*

Desperté en el sillón del salón con una manta encima. Estiré mi cuello y mi espalda. Oh, mierda, me dolía todo. Eso me pasa por no dormir en mi habitación.

Desbloqueé mi móvil y miré la hora: nueve y media. ¿Qué hago yo despierta tan temprano en verano, y además sábado?

Me levanté y fui hasta mi cuarto para coger ropa limpia y luego darme una ducha fresquita. Abrí mi armario y cogí lo que me pondría: http://www.polyvore.com/cgi/set?id=118087245&.locale=es

Fui hasta el baño y me duché. Me sequé, me vestí y me peiné. Bajé a la cocina y vi a mi madre haciendo el desayuno.

—Buenos días — saludé dándole un beso en la mejilla.

—Hola cielo. ¿Qué haces despierta tan temprano?

—No lo sé. Es muy raro.

—Sí. Lo sé.

—¿Puede venir hoy Jess?

—Claro — sonrió. Le devolví la sonrisa y le ayudé con el desayuno. Cuando terminamos de prepararlo, desayunamos juntas y recogimos la cocina.

Subí a mi cuarto y puse música a todo volumen: Shot me down - David Guetta. Cogí mi móvil y llamé a Jess.

—¿Quién eres, qué quieres, y por qué me despiertas tan temprano? — respondió Jess al otro lado de la línea.

—Buenos días a ti también. Estoy bien, gracias, ¿y tú?

—¿_____?

—No, Bob Esponja — respondí sarcástica.

—¿Qué quieres?

—¿Vienes?

—Media hora y me tienes allí.

—Nos vemos.

Cuando comencé a ordenar mi habitación sonaba Animals - Martin Garrix.

—¡_____! ¡Jess está aquí! — gritó mi madre desde la entrada. Wow, ¿ya había pasado media hora?

—¡Voy! — grité.

Fui hasta la entrada y me encontré a ambas hablando de no sé qué.

—Hola tonta — me saludó.

—Hola fea — besé su mejilla.

—Bueno, estaré por ahí — dijo mi madre con una sonrisa.

—¡Espera Christine! — dijo Jess — _____ y yo queríamos comentarte algo.

—¿Ah sí? — pregunté.

—Sí.

—Está bien. ¿Qué pasa? — preguntó mi madre.

—Bueno... Pues... tengo unos amigos, que _____ no conoce, pero son buena gente y muy simpáticos — comenzó a explicar Jess — Y resulta que el tío de uno de los chicos, es el dueño de un campamento, y siempre les invita a pasar el verano.

—¿A dónde quieres llegar Jessica? — preguntó mi madre con una pequeña sonrisilla.

—Me han dicho que puedo llevar a una amiga y... bueno, se lo comenté a _____ y quiere ir.

—¿Fechas y precio?

— Nos vamos este miércoles, el veinticinco y volvemos el jueves cuatro de septiembre. Y es gratis. El tío de mi amigo lo paga todo; total, es suyo.

—Wow... Eso es mucho tiempo. ¿Estás segura de que quieres ir? — me preguntó mi madre.

—Sí. Será divertido mamá. Por favor.

—¿Dónde está ese campamento?

—Son como tres horas en coche desde aquí. Está cerca de Stratford — le explicó Jess.

—Por favor mamá. Ya tengo diecisiete. Sé cuidarme sola — puse cara de perrito. Ella suspiró.

—Bueno, supongo que estás creciendo... Así que... El lunes haces las maletas.

—¡Sí! — celebramos Jess y yo.

—Gracias mamá — le abracé.

Jess y yo subimos a mi habitación. Estuvimos hablando y riendo. Le conté lo que había pasado con Jake, pero pronto volvimos a reír.

Fueron pasando los días y ya era martes, por la mañana. Yo aún dormía cuando sonó mi móvil.

—¿Qué? — respondí de mala gana.

—Hola princesa.

—¿Jake? — dije mientras me incorporaba y me sentaba como un indio. No habíamos vuelto a hablar desde que vino a mi casa.

—Sí... ¿Qué tal?

—¿Qué quieres?

—¿Puedo ir a tu casa?

—¿Para qué?

—Necesitamos hablar. ¿Puedo? — preguntó. Yo suspiré antes de responderle.

—Está bien.

—Genial. Ahora nos vemos. Te quiero.

Colgué. Sin despedirme ni responderle a su "te quiero". Realmente no sabía si había sido buena idea decirle que viniera, pero conociéndole, iba a venir de todas formas.

Me levanté de la cama y fui hasta el baño a darme una ducha. Me sequé, me vestí y me peiné dejando mi pelo húmedo y suelto. http://www.polyvore.com/cgi/set?id=119004558&.locale=es No me puse zapatos ni me maquillé. Total, para estar en casa.

Volví a mi habitación y la recogí un poco. Entonces entro mi madre a mi habitación.

—Buenos días cielo — me saludó y me dio un beso en la mejilla.

—Hola — sonreí.

—Voy a ir a ver a la abuela, ¿quieres venir?

—Lo siento, acabo de quedar — le respondí con una mueca — Va a venir Jake.

—¿Pero no estabais enfadados? — preguntó. Suspiré.

—Quiere arreglarlo.

—Bueno, pues suerte —besó mi mejilla —Volveré a la hora de comer.

—De acuerdo. Dale un beso a la abuela de mi parte. Y dile que siento no poder ir.

—Lo haré.

Salió de mi cuarto y me tiré en mi cama.

Empecé a pensar en la discusión con Jake. ¿Y si era él el que tenía razón? ¿Y si ya es el momento? Pero, ¿es él el indicado?

El timbre de la puerta interrumpió mis pensamientos. Jake.

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¡Hola! Sí, este era antes el capítulo uno, pero lo que hemos hecho, es dejar la intro mucho más corta y lo otro es ahora el capítulo uno, pero sigue siendo igual, así que NO PASA NADA.

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sábado, 12 de abril de 2014

~Capítulo1 || Louis y tú ♡ || 72 días junto a él

—Despierta _____. No querrás llegar tarde el último día, ¿verdad? — me despertó mi madre. ¿Por qué las madres siempre dicen eso el último día de curso?

—Sí, ya voy — dije con la voz adormilada. Después mi madre salió de la habitación.

No me he presentado, soy genial. Me llamo _____, _____ Jones. Tengo diecisiete años y vivo en Londres, donde llevo viviendo desde hace diez años. Mi padre abandonó a mi madre cuando le dijo que estaba embarazada de mí, así que nunca le conocí, pero tampoco me importa demasiado; estoy bien así.

—¡Date prisa _____! — gritó mi madre desde abajo.

—¡Voy!

Salí de mi habitación con la ropa que me iba a poner luego y entré en la puerta de al lado: el baño.

Me di una ducha rápida y me vestí, me peiné y me maquillé ligeramente. No me compliqué demasiado; es decir, voy a clase, no a un desfile de moda.

Me miré al espejo antes de salir del baño: http://www.polyvore.com/cgi/set?id=116913790&.locale=es

Recorrí el pasillo llegando hasta la cocina. ¿Esperabais que dijera que bajé las escaleras? Pues no. Vivo en un edificio, un piso de una sola planta, así que escaleras en mi casa, pocas.

En fin, llegué a la cocina, donde vi a mi madre preparando el desayuno.

—Hola cariño — me sonrió y le sonreí de vuelta.

—Hola mamá. No tengo hambre, así que me voy ya. Hasta la tarde — le di un beso en la mejilla y salí de la cocina.

—Hasta luego. Que tengas un buen día.

Cogí mi móvil y las llaves que estaban en el mueble de la entrada. Agarré mi mochila que estaba junto a la puerta y salí de mi casa. Bajé las escaleras, saludé a uno de mis vecinos que pasaba por allí y salí del edificio. Revisé mi teléfono y tenía algunos mensajes sin importancia.

Abrí una conversación con Jessica, mi mejor amiga:

_____: Fea, acabo de salir de mi casa. Estoy allí en diez minutos. ¿Estás lista?

Su casa quedaba de camino al instituto, así que cada día la esperaba en la puerta para ir juntas a clase.

Conecté mis auriculares al aparato y comencé a escuchar mi canción favorita: "Hey brother" de Avicii.

Jess: No, pero lo estaré en cinco minutos. Te espero idiota.

Sí, nos estábamos insultando todo el día, pero era con amor. Guardé el móvil en el bolsillo y seguí mi camino hasta su casa.

_____: Estoy abajo. ¿Bajas ya, retrasada?

Jess: Sí, ya bajo imbécil.



Dos minutos después, la vi salir del edificio y se acercó a mí. Esta es Jessica Wilson, mi mejor amiga:







—¿Vamos? — me dijo.

—Vamos.

Fuimos hablando de tonterías todo el camino hasta llegar al instituto. En el patio estaba Jake Parker: mi novio desde hacía seis meses y el capitán del equipo de fútbol del instituto:







Él estaba junto a Alex Williams, su mejor amigo:







Él estaba colado por Jess, pero ella sólo lo ignoraba.

—Hola chicos — dije acercándome a ellos junto con Jessica. Me acerqué a Jake y le di un largo beso en los labios.

—¿Qué hay? — saludó Alex sin dejar de mirar a mi amiga.

Estuvimos charlando los cuatro hasta que tocó la campana y nos dirigimos a nuestras respectivas clases. Me tocaba matemáticas, al igual que Jessica, así que nos sentamos juntas al final del aula.

Pasamos tres aburridas e interminables clases, hasta que llegó el recreo y salimos al patio.

—Oye, _____. Unos amigos me han invitado este verano a un campamento. Pasar dos meses y medio allí — me dijo mientras nos sentábamos bajo un árbol — Y me han dicho que podía llevar a una amiga, así que... ¿quieres ir?

—¿Qué amigos son esos?

—No los conoces, pero son muy simpáticos. Seguro que te caen bien. Saldríamos la semana que viene y volveríamos a principios de septiembre. ¿Qué me dices? ¿Te apuntas? Porfa, no quiero ir solita — me puso cara de cachorrito.

—Bueno, yo...

—Además, no hay que pagar nada, porque el tío de uno de los chicos es el dueño y siempre les invita.

—Está bien. A mí me has convencido. Ahora sólo hay que convencer a mi madre — dije con una sonrisa.

—¡Genial! Esta tarde hablaré con tu madre. Seguro que te deja ir — sonrió.

Seguimos hablando de estupideces y después se unieron los chicos.

Tocó de nuevo la campana, indicando que debíamos ir a clase.

—Nos toca juntos ahora, ¿no? — me preguntó Jake.

—Sí, educación física — le respondí — Hasta luego chicos — me despedí de Jess y Alex.

—Adiós — respondieron los dos al unísono.

Caminamos por los pasillos hasta llegar a nuestras taquillas - que estaban casi al lado la una de la otra - y cogimos nuestra ropa deportiva. Seguimos nuestro camino hasta el gimnasio y fuimos hasta los vestuarios. Obviamente él al de chicos y yo al de las chicas.

—Hola chicas — saludé.

—Hola — respondieron.

Puse mis cosas en un banco, junto con las cosas de las demás, y comencé a quitarme mi ropa para ponerme la otra: http://www.polyvore.com/cgi/set?id=117005280&.locale=es

Me dejé la coleta que me había hecho por la mañana y salí del vestuario, ya que habían salido casi todas.

—Empezad a calentar chicos — dijo Mr. Darren, el profesor de educación física.

Hicimos un círculo y comenzamos a calentar.

—Ey, nena — me susurró Jake, que estaba a mi lado — ¿Por qué te has puesto esa ropa? Todos los tíos están babeando. Y tú eres sólo mía.

—Tranquilo bobo. Yo sólo te quiero a ti. Además, así tú también puedes mirar — dije guiñándole un ojo. Él se quedó embobado, ya que nunca la había dicho algo parecido. Él iba a responder, pero el profesor se adelantó:

—Comenzad a correr alrededor de la cancha — dijo. Todos lo hicimos — Bien, mientras, yo explicaré lo que vamos a hacer hoy. Empezaremos con voleibol...

No presté más atención. Con saber que íbamos a practicar mi deporte favorito, no me hizo falta saber nada más.

Mientras corría, me acordé del campamento del que me había hablado Jess. ¿Qué me depararía el verano? ¿Cómo serán esos amigos? Espero que mi madre me deje ir. Sería genial.
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HOLA. ¡POR FIN VACACIONES DE SEMANA SANTA! Las necesitábamos. ¿Qué tal todo? ¿Os dieron las notas? A nosotras sí. Todo muy bien :)

En fin. ¿Qué os pareció el capítulo? Sabemos que aún no salen los chicos, pero saldrán en el capítulo 3. #Promise ¿Qué creéis que pasará con Rayis y Jake? ¿Le perdonará? ¿Qué opináis de los pensamientos de Rayis? ¿Es el momento? CHAN CHAN.

Bueno... Hay tres encuestas en el blog. Dos arriba a la izquierda y una a la derecha debajo de las visitas. Votad, por favor. ¡Ah! y arriba a la derecha, está el botón para seguir el blog; por si queréis seguirnos :)

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¡POR CIERTO! Pronto el videoclip de You & I *-* ASDFGHJKLÑ

Esperamos muchos comentarios eh, aunque sea un "siguiente" o un "ola k ase" o tal vez un "ejrsndmlowie". Pero para saber que estáis ahí :) (Nos gustan más los comentarios largos, pero preferimos un "ejrsndmlowie" a nada)

Bueno, nos despedimos ya. Esperamos que os haya gustado e intentaremos subir lo antes posible. Nos os olvidéis de comentar y hacer click en los "aquí".

Besos nutellosos xx.